CAMPEONATO DE ESPAÑA DE ESQUI DE MONTAÑA POR EQUIPOS
Historias de la Cerdanya,
para no dormir o descojonarse.
Un matrimonio barcelonauta de clase media-alta. Los
dos con carrera universitaria y un par de masters. Dominan varios idiomas y
ocupan puestos de responsabilidad en sus respectivas empresas. Tienen dos
hijos, muy majos, por cierto. Los fines de semana de invierno suben a la
Cerdanya a practicar deportes de riesgo. El deporte riesgo que más les gusta es
el esquí alpino. El juego empieza por la mañana a primera hora, cuando recogen
las cenizas de la chimenea, que ha estado toda la noche encendida. Los barcelonautas
más obtusos las tiran directamente al contenedor. Nuestros dos protagonistas,
como son seres superiores y muy listos, no tiran las cenizas al contenedor,
BIEN. Optan por una opción más inteligente, digna de un premio nobel: meten las
cenizas en una bolsa de plástico y las dejan en el balcón, que con el frio que
hacer seguro que se enfrían, OLE. Aquí empieza el deporte de riesgo. Dejan las
cenizas en el balcón, que no lo he comentado, pero es de madera de pino bien
barnizada, y se van a esquiar a Masella. Para llegar antes a pistas y bajar
antes de que se les queme la casa, suben a la estación a toda castaña con su Audi,
pasándose por el forro todas las señales y límites de velocidad. Esquían unas
horillas y bajan a casa a comer. Entre curva y curva se les vuelve a activar el
resorte del riesgo: como estarán las cenizas? Apurando los 180 caballos, llegan
a casa y se dan cuenta que el riesgo ha sido máximo. Las cenizas han quemado el
plástico, han encendido el balcón y si no llega a ser por los bomberos, se les
quema la casa. Para mear o no echar gota…
Este sábado se celebro en
la Vall d’Aran el rally del C.E.C, que también era campeonato de España de
esquí de montaña por equipos. Esta carrera, también la teníamos marcada con un
asterisco Sadurni y yo. El viernes, después de trabajar, me pasan a recoger por
la Seu: Sadurni, Joan, Laura y Poma, y
ponemos rumbo la Val d’Aran. Yo subo al coche con más hambre que el perro un afilador y los
hago parar en Adrall, para comprar un buen trozo de torta con chocolate. Me habían
dicho que no tenían gana, pero si me descuido, me dejan sin merienda. El viaje
resulta ameno y divertido. Llegamos a Viella justo a la hora de cenar. Garreta
ya nos tiene preparadas las habitaciones y los dorsales. Después de cenar
preparamos las mochilas, el material y a
dormir, que la diana será tempranera. Yo tengo mis dudas sobre cómo me
encontrare del cuello. Hace unos días escalando, me cayó una piedra en la
cabeza que rompió el casco y me dejo las cervicales tocadas, a parte del susto.
Como soy un poco hipocondriaco, estos últimos días me he cuidado como un
pollito, pero bueno, ya se verá. Al mal tiempo buena cara, si no molesta mucho
perfecto y si hay molestias para casa. El parte de la meteo no era muy boyante. Nos levantamos envueltos en una
espesa niebla. Pensaba que esta se disiparía a medida que nos fuéramos
acercando al Pla de Beret, pero no. La visibilidad no era buena, pero la
organización, que tenía los controles ya colocados en los puntos más altos, informa
que por arriba no hay niebla. La organización le echa narices y a las 8:30
se da la salida. Por delante un recorrido de 2400m de desnivel y 26km.
Esta carrera será de las más largas de la temporada, así que, la salida, se
hace un pelín más lenta de lo habitual. A los pocos minutos el chorizo se
estira, poniéndose en cabeza Miguel y Luis, seguidos de Poma y Gerard. Ya no
abandonaran estas posiciones hasta meta. El recorrido consta de 5 subidas con
sus respectivas bajadas y dos tramos con crampones. La nieve esta como una
piedra y en las bajadas hay que ir con cuidado. El recorrido es bonito, pero
poco técnico y un poco plano, para mi gusto. Con Xevi nos colocamos en quinto
lugar. Justo por delante, en cuarta posición, tenemos a Blanco y Cabal, a los
que intentamos pillar, pero no pillamos. Viendo que por detrás están lejos y
los de delante también, hacemos un final de carrera bastante cómodo. Al final
quintos de la general y primeros veteranos. Como siempre un placer y gran
disfrute correr con el “Killer” Sadurni.