viernes, 31 de marzo de 2017

UN INVIERNO DIFERENTE


El invierno empezó perezoso. La nieve tardo un poco en llegar,  pero llegó y en abundancia. Cuando llegó, empezó un incesante “puyá-baxá”, como dice mi padre, por las montañas ceretanas. Buenas excursiones, unas veces solo y otras en buena compañía,  pero siempre con buena nieve. Cuando parecía que el tema se calmaba, zasca, otra nevadita para alegrar el panorama. La excitación era máxima. La montaña también se empezaba a poner bien, para hacer algo de alpinismo.

Las piernas cada vez respondían mejor. Llegaron las primeras carreras de esquí de montaña. La primera fue la Traça Muga, a la que fui un poco “acojonado”, por la falta de intensidad, que no de metros. No tenía ganas de pasarme dos horas sufriendo detrás de Xevi Sadurní.

La Traça Muga la organizan unos buenos amigos, con Xevi Guillamó a la cabeza. Es un ejemplo de que como mucho esfuerzo y pocos medios se puede organizar una  buena carrera. Así fue, carrera muy bonita. Lástima que por la niebla, se tuvo que recortar un poco el recorrido original.

A pesar del acojone inicial, al final, salió bien la cosa y hasta ganamos la carrera. No estamos tan mal y empezamos bien, pensé yo.  La primavera prometía: paquetón de nieve, la montaña se va a poner de narices para escalar, a las piernas parece que aún les queda mecha, hay un par de buenos viajes calentando en el horno y las buenas carreras están por llegar… Bufff me faltaran días, algo tenía que hacer. Con el entusiasmo de un niño, en  el trabajo comente: que os parece si en marzo me pillo unos días de fiesta? Roger, Ricard y Pep me vieron tan emocionado que no se atrevieron a decir que no jeeee….

Llegó la segunda carrera la Vall Fosca, una carrera siempre interesante, alpina y con buenos recorridos. La última edición no la pude acabar por culpa de un esquí que se rompió, de manera incomprensible, mientras subía. Volvía a correr con Xevi que es un picado y un motivado de nacimiento jeee. Yo tenía ganas de correr, el día era fantástico y el recorrido alpino. Buenos condicionantes…

En la salida 150 equipos y yo, como siempre, con ganas de que den la salida, para que se me marchen los nervios de la tripa. La salida la hacemos por una pista bastante plana hasta la presa de Sallente, a un ritmo que, a diferencia de otros días, aguanto bastante bien. Justo antes de la presa veo que me adelanta Xevi, también comocido como Killer o Lord ingles, sacando pecho jeee…. Bueno, se acabo la fiesta, pensé yo. Ala Gastón que sin esfuerzo no hay recompensa y no queda otra que a seguir al killer… Por suerte, de llano, solo nos queda pasar la presa. Poco a poco empezamos a abrir unos metros con el grupo que nos sigue.

Por delante Jordi Alis y Joan Reine, que juegan en otra liga, se escapan. Nosotros nos plantamos en la segunda posición. El ritmo que llevamos es muy bueno y cada vez los que nos persiguen están más lejos. Esta siendo una disfrutada de carrera, compenetración, buena nieve, buena traza, canales, tramos de arista y la gozada de correr en equipo.

 Solo nos queda la última subida y la bajada a meta. Los terceros están muy lejos y los primeros también. Seguimos a buen ritmo. Llegamos al último cambio de pieles. Solo nos queda la bajada a meta y no tenemos la presión de ningún equipo, vamos, un disfrute. Sacamos pieles. Yo acabo antes que Xevi. Me recoloco los palos en las muñecas y empiezo a derrapar despacito, mientras miro a Xevi de reojo, a ver si acaba el jodido. Xevi se levanta. Arrancamos y en estas, se me clava un palo, me engancho un esquí y me caigo. Caída tonta, prácticamente parado y aparentemente sin consecuencias, pero con un resultado fatal…

En la caída siento un chasquido en la rodilla. Me levanto y la muevo, no me duele nada y parece que todo está en su sitio. Arranco, la nieve está polvo, giro a la izquierda, giro a la derecha y me caigo. Ostia, que coño pasa? Me pregunto. Me vuelvo a levantar giro a la izquierda, giro a la derecha y zasca, vuelvo a caer. No entiendo nada. Miro si el esquí o las botas están rotos, todo está bien. En estas empiezo a notar presión en el tobillo. Xevi está más abajo y creo que tampoco entiende nada. La pendiente disminuye y hago un recto hasta la altura de Xevi y le digo: Xevi, no se qué pasa, pero no puedo girar a la derecha, tengo que parar.

La presión en el tobillo ya es más fuerte pero no me duele. Me siento, me tapo y esperamos al helicóptero. De este bajan Marcel y Jordi, dos amigos y bomberos del GRAE. Jordi se acerca y me pregunta: chaval que te ha pasado? Y yo le digo: que, no me conoces? Jordi se queda más blanco que un din A4, jeee…. Con Jordi somos buenos amigos y compartimos a menudo días de actividad en la montaña. Que te ha pasado? Que tienes? Me vuelve a pregunta, y yo se lo explico. Me inmovilizan y en helicóptero me trasladan hasta el hospital de Tremp y de Tremp, después de estar 11 horas esperando a la ambulancia, me llevan Puigcerdà. En Puigcerdà después de un TAC y radiografías, me dicen que tengo una rotura de peroné y de los ligamentos del tobillo.

Me pregunto más de una vez: como cojones me he roto todo eso en una caída tan tonta?  El resultado es: operación, siete semanas de yeso, que es donde estoy ahora, y a partir de aquí imagino que recuperación y tal y cual.

Total, que tuve que llamar al trabajo para decirles, que la primavera también pintaba muy bien y que  me pillaba fiesta abril y mayo jeeeee….

No hay mal que cien años dure…