LA CUESTA DE ENERO
Estos días, y más teniendo en cuenta los tiempos que corren, escucharemos un montón de veces el título de este artículo: “ahora nos viene la cuesta de enero”. La verdad es que no me extraña, después del desfase navideño que nos atrapa a todos o a casi todos. En mi caso la cuesta de enero significa otra cosa. Es el volver a las carreras de esquí de montaña, volver a tener mal de piernas y pies, volver a controlar un pelín lo que entra por la boca, volver a pasarlo mal en las cromos para poder “disfrutar” más adelante en las carreras de verdad, volver a notar que cada año la cuesta es mas larga y mas tiesa, volver a ver que el personal cada año esta más fuerte y más motivado y volver a darme cuenta que el esquí de montaña y las carreras, aunque son más duras que la cuesta de enero, me tienen enganchado, je,je… Pues este sábado y en víspera de noche vieja, tuve mi primera toma de contacto con el ácido láctico, ese amigo inseparable de las cronos. Por la mañana y en contra de lo que decía la meteo, llueve débilmente en Puigcerdà, “AMENAZA MAL TIEMPO…”. Por la cabeza se me pasa volver a la cama, que es lo que habría hecho mucha gente. Pero bueno, carretera y manta y: “todo por empezar a coger la forma…“ Al llegar a Cambradaze, en el parquin, nadie a la vista. Bueno nadie no, solo dos despistados como yo, Ana Comet y Xevi Freixenet que eran los únicos, a parte de un servidor, que no sabían que la carrera comenzaba a las 10 y no a las 9. En resumen, que estos dos fenómenos fueron los culpables de que no me diera media vuelta y volviera a Puigcerdà, sin remordimientos. A las 10 salida y ya os podéis imaginar, 1000m de desnivel a bloque intentando pillar a Freixi y Sadurni e intentando que no me pillara Gema Arro, que venia por detrás con el intermitente puesto,je,je. Al final 13 clasificado, el placer de haber acabado y las típicas charlas pos carrera, que te motivan para seguir preparando el cuerpo para intentar dar “algo de cera” je,je. Por la noche campanadas y a celebrar en buena compañía el fin de año, deseando que el 2012 nos mantenga la salud, nos de felicidad y nos traiga buenas escaladas, esquiadas y alpinadas a todos.
Estos días, y más teniendo en cuenta los tiempos que corren, escucharemos un montón de veces el título de este artículo: “ahora nos viene la cuesta de enero”. La verdad es que no me extraña, después del desfase navideño que nos atrapa a todos o a casi todos. En mi caso la cuesta de enero significa otra cosa. Es el volver a las carreras de esquí de montaña, volver a tener mal de piernas y pies, volver a controlar un pelín lo que entra por la boca, volver a pasarlo mal en las cromos para poder “disfrutar” más adelante en las carreras de verdad, volver a notar que cada año la cuesta es mas larga y mas tiesa, volver a ver que el personal cada año esta más fuerte y más motivado y volver a darme cuenta que el esquí de montaña y las carreras, aunque son más duras que la cuesta de enero, me tienen enganchado, je,je… Pues este sábado y en víspera de noche vieja, tuve mi primera toma de contacto con el ácido láctico, ese amigo inseparable de las cronos. Por la mañana y en contra de lo que decía la meteo, llueve débilmente en Puigcerdà, “AMENAZA MAL TIEMPO…”. Por la cabeza se me pasa volver a la cama, que es lo que habría hecho mucha gente. Pero bueno, carretera y manta y: “todo por empezar a coger la forma…“ Al llegar a Cambradaze, en el parquin, nadie a la vista. Bueno nadie no, solo dos despistados como yo, Ana Comet y Xevi Freixenet que eran los únicos, a parte de un servidor, que no sabían que la carrera comenzaba a las 10 y no a las 9. En resumen, que estos dos fenómenos fueron los culpables de que no me diera media vuelta y volviera a Puigcerdà, sin remordimientos. A las 10 salida y ya os podéis imaginar, 1000m de desnivel a bloque intentando pillar a Freixi y Sadurni e intentando que no me pillara Gema Arro, que venia por detrás con el intermitente puesto,je,je. Al final 13 clasificado, el placer de haber acabado y las típicas charlas pos carrera, que te motivan para seguir preparando el cuerpo para intentar dar “algo de cera” je,je. Por la noche campanadas y a celebrar en buena compañía el fin de año, deseando que el 2012 nos mantenga la salud, nos de felicidad y nos traiga buenas escaladas, esquiadas y alpinadas a todos.
1 comentario:
ei gracies pels contes , molt bons , ja pots comptar-hi a la poca traça !!!
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