ALPINISMO EN EL CERVINO

ARISTA LYON AL CERVINO

Este invierno, en una típica y eufórica conversación mientras comíamos, después de hacer una buena excursión con esquís, Helena, también conocida como la Alegría de la Huerta, propuso hacer en verano la arista Lyon al Cervino. Salieron a la luz un montón de comentarios, y seguro que pensamientos, muchas veces contradictorios y típicos de la situación: yo quiero ir, pero igual no puedo subir, pero igual no aguantare, pero igual no tendré fiesta, pero….  Al final, algunos de los que tenían claro que irían no han ido y otros, que ni se lo plantearon, han ido. Hemos sido seis, tres cordadas, Helena y Enric, Pinyol y Sandra, Imma y yo. Salimos de Cervinia con la idea de dormir en el refugio Carrel. Helena, que esta muy puesta en historia montañera, nos explica mientras subimos, como Whimper y Carrel competían por ser el primero en conquistar esta bonita montaña. Ganando la carrera Whimper, muriendo varios de sus compañeros de cordada, en el descenso.

Nosotros como no tenemos que competir con nadie, nos lo cogemos con tranquilidad. Después de pasar la noche en el refugio y antes de clarear, nos ponemos en marcha. Nos hemos puesto de acuerdo con unas cordadas con guía que han salido antes, para no coincidir durante a ascensión. La escalada es bonita, evidente y no muy difícil. Los tramos más complicados están equipados con maromas.  Encontramos bastante nieve en la segunda parte de la arista y la hacemos con crampones. En la cumbre nos juntamos los seis y Geromme con su clienta. Cuatro fotos, unas risas y el mejor regalo del verano. Solo queda una larga bajada hasta el refugio, donde pasamos la noche, para acabar de llegar a Cervinia el día siguiente. Ha sido una actividad muy bonita, en un paraje alpino y en buenísima compañía.